Por:
ROBERTO BUSTILLO M.
En estos días recibí un regalo de mi primo “lejano” Max y me emocioné mucho, de recibir este detalle con tanto valor afectivo.
Mi hija me dijo: “pero papá si es un familiar muy lejano, porque te emocionaste tanto?”
Y le hice esta reflexión:
Tu quieres mucho a tu hermana cierto? Me respondió si.
Imagínate que estas sentada viendo que el nieto de tu nieto, le da un regalo, al nieto del nieto de tu hermana los cuales no se conocían antes.
Que sentirías como la abuelita?
Se quedó pensando un poco… y me contesto: “si, realmente me sentiría muy contenta y feliz”.
Te das cuenta que no somos tan lejanos, es el tiempo el que distancia las personas, si pudiéramos pasar la vida tan rápido como una película, podríamos ver lo cercanos que estamos de familiares que consideramos lejanos.